El hechicero inglés contra Mbappé
Luis Miguel Pascual
Luis Miguel Pascual
Doha, 8 dic (EFE).- Dos años lleva Steve Holland trabajando la forma de detener a una estrella como Kylian Mbappé. La mano derecha del seleccionador inglés, Gareth Southgate, se ha ganado una reputación como estratega capaz de frenar a grandes estrellas y ahora tiene la posibilidad de demostrarlo.
"Solo hay un puñado de jugadores en el mundo que merecen una atención particular", asegura este táctico que sitúa al delantero francés en esa categoría.
Holland, que hizo una modesta carrera de jugador a finales de los 80 y principios de los 90, no ha tenido nunca un gran club bajo sus órdenes. Pero ha colaborado con grandes figuras de los banquillos, como Guus Hiddink, Rafael Benítez, José Mourinho, Antonio Conte o Roberto di Matteo.
El Chelsea ha sido su casa y, con este último preparador italiano, consiguió una enorme gesta hace diez años, cuando condujo al club londinense a la cima de Europa.
De aquella hazaña se llevó la fama de haber sido el ideólogo del sistema que, en semifinales, logró detener a Lionel Messi, ya entonces una estrella planetaria y principal amenaza del Barça de Pep Guardiola.
El argentino se fue de vacío en aquella eliminatoria (en la que falló un penalti) y el Chelsea logró contra pronóstico clasificarse para la final que acabó ganando en la tanda de penaltis contra el Bayern de Múnich.
Holland recuerda aquel trabajo con orgullo y en declaraciones a la prensa de su país saca pecho de ello y asegura que ahora pueden volver a repetirlo.
El hechicero tiene que conseguir lo que nadie ha logrado en este Mundial. Polonia lo intentó por todos los medios, pero pese al engranaje táctico ideado por su seleccionador, Czeslaw Michniewicz, no evitaron que el atacante del PSG se marchara con dos goles y una asistencia bajo el brazo.
"Hay que evitar que se encuentre en situaciones que puedan ser devastadoras para nosotros", asegura el número dos de la selección inglesa, que presume de tener el plan necesario para lograrlo, lo que le permite asegurar que el partido está "al 50 por ciento".
El adjunto no da pistas, pero asegura que harían mal en limitarse a tratar de contrarrestar a Mbappé. "Si no le amenazas, le das ventaja", afirma Holland, que sugiere así que Inglaterra pude intentar cargar el peso ofensivo en la banda derecha para obligar al delantero francés a pensar en otra cosa que no sea asaltar sus líneas.
Para ello, Southgate puede renunciar a su dibujo tradicional, con cuatro hombres en la zaga, por uno de tres centrales, en el que Kyle Walker sería el de la derecha, colocando a un carrilero por delante, quizá el exatlético Kieran Trippier, que amenace a Francia en ese flanco.
MÁS QUE MBAPPÉ
La clave, sostiene, es que Inglaterra no se centre solo en un jugador, porque Francia, la campeona, es mucho más que Mbappé, y para ello asegura que es necesario buscar el ataque.
Por ahora, la cuarta del pasado Mundial y subcampeona de Europa, lleva una buena racha en el Mundial, con goleadas a Irán, Gales y Senegal, en octavos, lo que supone una buena carta de presentación para que Francia piense que no solo basta con atacar.
Holland se queda con otro dato: en sus tres últimos partidos, su selección ha dejado a cero su portería, una demostración de que en ocasiones la mejor defensa es un buen ataque. Y un aviso para navegantes de que la amenaza Mbappé no se combate solo frenándolo. EFE
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