Óscar Maya Belchí
Al Khor (Catar), 10 dic (EFE).- El Mundial de Qatar está dejando resultados inesperados en cada fecha, con Marruecos, semifinalista, como máximo exponente, y selecciones que no están rindiendo al nivel esperado; una tesitura en la que se movió Francia frente a Inglaterra, pero las cinco paradas de Hugo Lloris, las dos asistencias de Antoine Griezmann y la suerte necesaria en estas eliminatorias a un partido salvó a la defensora del título.
No estuvo ni de cerca a su mejor nivel una Francia que sufrió mucho para derrotar a una Inglaterra que tuvo más el balón, dispuso de más ocasiones, pero no pudo con el corazón del campeón.
Primero porque apareció un Lloris que no tuvo mejor manera de celebrar que se convirtió en el futbolista que más veces se ha puesto la camiseta de la selección gala en toda su historia. Casi nada. 143 encuentros, uno más de los que tenía el defensa Lilian Thuram.
Desde 2008 firmando una trayectoria de leyenda para un portero que pasa por debajo del radar, lejos de la conversación de los mejores guardametas cada temporada; pero que siempre rinde, sobre todo con Francia. Que se lo digan a Harry Kane.
Su compañero en el Tottenham desde hace nueve temporadas le superó desde el punto de penalti en el minuto 54 y en el segundo quiso ajustar lo máximo consciente de que le conocía a la perfección. Lloris acertó el lado, pero no le hizo falta detener el esférico ya que Kane, en su intento de apurar para poner el esférico lejos del alcance del portero, lo mandó por encima del larguero.
Previamente, Lloris se impuso en dos acciones en las que Kane se inventó dos ocasiones. Sobre todo una primera oportunidad en el minuto 22 en la que usó su cuerpo para dejar vendido a un Dayot Upamecano que no supo cómo pararle en ningún momento, se plantó ante el portero galo y este, quizá de conocer sus secretos de tantos entrenamientos juntos, se tiró abajo pero sacó la manopla arriba ante el intento de picada de Kane.
Primera vez que Lloris salvó a los suyos. Lo hizo siete minutos más tarde sacando a un córner un disparo del capitán de Inglaterra desde fuera del área.
Mientras, Francia, además de estar endeble en defensa, no construía juego en ataque. Y se agarró a un Griezmann que también puso su nombre en los libros de historia franceses, ya que se convirtió en el jugador con más asistencias (28) de la selección. Superando a leyendas como Thierry Henry y Zinedine Zidane.
Firmó dos frente a Inglaterra. La segunda de más mérito, ya que la primera ‘simplemente’ le puso el balón en el pie a un Tchouaméni que llegó solo desde segunda línea.
Sin embargo, en el minuto 78, cuando Inglaterra más apretaba y merecía remontar el encuentro, apareció esa bota izquierda de un Griezmann que sigue demostrando que no necesita marcar -no lo ha hecho en todo el Mundial- para ser diferencial.
Centro medido a Giroud para que este sumase su gol número 54 con la elástica francesa y diera vida a una Francia que se movía en el abismo, en el límite de quedar eliminada en un mal partido en el que se vio inferior. En el que Mbappé no tiró a puerta y, aún así, lograron ganar y llegar a unas semifinales en las que se medirán a Marruecos el próximo miércoles. EFE
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