Las victorias de la selección española desde la noche mágica de Johannesburgo, cuando el tanto de Andrés Iniesta en la prórroga ante Países Bajos le dio su primer y único Mundial, sólo han llegado ante selecciones de un rango menor en la clasificación FIFA.
España realizó la peor defensa posible de la corona en Brasil 2014 con Vicente del Bosque como seleccionador, eliminada tras perder sus dos primeros partidos ante Países Bajos y Chile, venciendo sin ya nada en juego a Australia (3-0).
Cuatro años después, en Rusia 2018, tras el terremoto por la destitución de Julen Lopetegui a horas del debut y la apuesta por un interino como Fernando Hierro, la Roja se marchaba del torneo tras vencer solamente a Irán (1-0), empatando ante Portugal, Marruecos y la cita de octavos frente a Rusia para caer en la tanda de penaltis.
Con Luis Enrique Martínez al mando, en su primer Mundial como seleccionador, no fue capaz de cambiar la mala dinámica y en Qatar 2022 sólo venció en el estreno, goleando 7-0 a Costa Rica. De más a menos en el torneo, empató frente a Alemania, perdió contra Japón y acabó pagando caro de nuevo un empate en octavos de final, sin goles con Marruecos, y fallar los tres penaltis que lanzó en la tanda.