"Compartí con él cuatro hermosos años en el Barcelona. Es un jugador excepcional y siempre he dicho que fue quien me hizo amar el Barça junto a Iniesta. Estoy muy contento de haberle tenido como compañero", señaló el francés.
Dembélé describió a Messi como "alguien sencillo, tranquilo", recordó que se sentaban juntos en el vestuario y afirmó que "es un futbolista difícil de frenar".
"Vamos a hacer todo lo posible por que toque el menor número posible de balones para que no sea decisivo", indicó.
El extremo afirmó que cuando llegó al Barça, con 20 años, Messi le dio muchos consejos: "Era joven, me gustaba lanzarme siempre al regate y él me decía que me calmara, que no valía la pena intentarlo cada vez, que había momentos que era bueno hacerlo y otros que no".
Dembélé no ocultó su admiración por el jugador argentino, reconoció que, dada su carrera, "merece un Mundial, el trofeo que le falta", pero indicó que por el trabajo efectuado desde el inicio de la competición "Francia también lo merece".
Indicó que está haciendo un gran Mundial, a lo que contribuye su posición en el campo y la aportación de Julián Álvarez, que le permite "tener más espacios" en el campo.
El atacante indicó que afrontaban con más euforia la final de 2018 y que ahora nota "más calma y experiencia en el equipo".
"Éramos más alocados en 2018. Ahora hay un buen ambiente, pero no es comparable, entonces éramos más jóvenes", dijo.
Dembélé indicó que está en un buen momento de su carrera, aseguró que se encuentra "plenamente concentrado" en el Mundial y dijo que está en contacto con su entrenador en el Barcelona, Xavi Hernández: "Me da ánimos, me dice que siga haciéndolo como hasta ahora".