Doha, 24 nov (EFE).- La derrota de la selección alemana ante Japón volvió a complicarle la vida por segundo Mundial consecutivo y dejó un gran señalado, el técnico Hansi Flick, que a su vez puso el punto de mira en errores de sus propios jugadores.
Las decisiones del técnico de Heidelberg acabaron por condenar a la 'Mannschaft' en un partido que encaminó bien con un penalti transformado por Ilkay Gundogan en la primera mitad y que pudo sentenciar con varias oportunidades que se fueron al limbo por falta de acierto o por una cuádruple parada del meta Shuichi Gonda.
Sin grandes estridencias ni alardes, con lo justo, Alemania mandaba con cierta autoridad ante el paciente y disciplinado rival nipón, que supo mantenerse dentro del partido hasta el tramo final, en el que asestó dos golpes definitivos para alcanzar un triunfo histórico.
Ya no solo fue situar al central del Borussia Dortmund Niklas Süle como lateral derecho, dejar demasiado solos atrás al madridista Antonio Rüdiger y a Nico Schlotterbeck. Las sustituciones descompusieron absolutamente al equipo.
Retirar del césped del Khalifa International a los 67 minutos a Thomas Müller y Gundogan supuso el principio del fin. Ocho después Ritsu Doan firmaba el empate y, en plena descomposición germana, Takuma Asano, como su compañero jugador de la Bundesliga, culminaba en el 83 la campanada.
Müller, como en su club, el Bayern Múnich, representa el espíritu de la mejor selección germana por fútbol, despliegue físico y capacidad de liderazgo, y Gundogan no solo estaba colaborando con Joshua Kimmich en el doble pivote, sino que aportaba incorporación.
De nada le valió a Alemania la buena presentación de su joven figura Jamal Musiala. Acabó desfondado y también sustituido por Mario Götze, el héroe de la final de Brasil 2014, justo antes del 1-2.
Todas las decisiones adoptadas por Flick acabaron convirtiéndose en un despropósito, todo lo contrario que ocurrió con las tomadas por Hajime Moriyasu, el seleccionador japonés. Dos de sus cambios fueron los encargados de firmar la remontada y Takumi Minamino también tuvo una gran prestación.
El técnico apuntó a errores de sus futbolistas, en defensa personalizados en Sule y en ataque por falta de pegada, como las causas de una derrota tremendamente dolorosa y que ha levantado grandes ampollas. El temor es que se repita lo de hace cuatro años.
Alemania perdió en su primer encuentro ante México (0-1) en el pasado Mundial de Rusia. Pareció recomponerse ante Suecia (2-1), pero la derrota ante otro conjunto asiático, Corea del Sur (2-3), certificó el k.o..
La tetracampeona se ha vuelto a enredar. En esta ocasión tiene por delante los partidos ante España, que goleó sin piedad a Costa Rica (7-0) y que últimamente le tiene tomada la medida, y el cuadro 'tico'. Nada está perdido, pero la presión, ya alta de por sí, se ha incrementado notablemente.
José Antonio Pascual