La FIFA anunció este viernes la prohibición de vender cerveza en los estadios y alrededores y restringir esta solo a 'fan zones' y a hoteles con licencia para ello.
Esto ha indignado a la afición inglesa, que critica, sobre todo, la falta de claridad y comunicación de esta decisión que se ha tomado a dos días para que comience la Copa del Mundo.
"A algunos aficionados les gusta tomar una cerveza durante el partido y a otros no, pero el problema real es que esta decisión de última hora habla de un problema mayor: la falta total de comunicación y claridad por parte de la organización hacia los aficionados".
"Si pueden cambiar su opinión con tan poco aviso y sin explicación, es normal que los aficionados estén preocupados sobre si cumplirán otras promesas relacionadas con transporte, alojamiento y temas culturales", dijo la FSA en un comunicado.
La FIFA tiene un contrato valorado en unos 75 millones de euros con Budweiser, cerveza oficial del torneo, que ahora queda en entredicho tras esta decisión. EFE
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