Redacción deportes, 19 dic (EFE).- La selección alemana se encuentra en un laberinto de malos resultados en relevantes competiciones internacionales, la última el Mundial de Qatar, al que su importante historia le exige dar solución de manera inmediata.
Los germanos, que ya habían caído en la fase de grupos de Rusia 2018 y que venían de ser apeados de la última Eurocopa en octavos de final, volvieron a tropezar con la misma piedra en tierras asiáticas pese a que eran los principales candidatos al primer puesto junto a España.
La inesperada derrota inicial contra Japón (1-2) dio la voz de alarma y les puso en disposición de quedar eliminados en caso de un tropiezo contra España. El equipo consiguió esquivar esa bala con un empate (1-1) gracias a un gol de Fullkrug cerca del final.
Vivos en la última jornada, una victoria suya y otra de España ante Japón les daba el billete para octavos. Cumplieron ellos con su misión ante Costa Rica, no sin sufrimiento, pero el tropiezo español ante el cuadro nipón certificó un desastre que en épocas recientes ya se ha repetido más veces de las habituales. EFE
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