Las dos caras de Harry Maguire

Manuel Sánchez Gómez

Manuel Sánchez Gómez

Doha, 22 nov (EFE).- La burla era máxima en los alrededores del Khalifa International Stadium de Doha. "Harry Maguire, tu defensa es terrorífica", decía un cartel, en referencia al famoso cántico de la Euro de 2016 "Will Grigg’s On Fire". Otro iba más allá: "No va a venir a casa, porque está Harry Maguire", haciendo trizas el famoso "It's Coming Home".

Pero fue saltar al terreno de juego, y el meme en el que se ha convertido Harry Maguire se transformó en el central solvente y decisivo que es cuando cambia la camiseta del Manchester United por la de la selección inglesa.

Seguro al corte, sin líos y con incidencia en las jugadas ofensivas. Maguire completó uno de sus mejores partidos de la temporada, aunque se truncara al final, cuando una supuesta conmoción cerebral le dejó fuera de combate.

La campaña del central inglés ha sido desastrosa, con apenas cuatro encuentros disputados en la Premier League, una lesión de isquiotibiales, y siendo solo titular indiscutible en la Europa League, la competición menor a la que han sido relegados los suplentes del United.

Raphael Varane y Lisandro Martínez le han comido la tostada y la tercera opción en la zaga es Victor Lindelof. Maguire lo tiene muy difícil para recuperar su puesto en un equipo que pagó más de 80 millones por él porque su sola presencia con la camiseta de los 'Diablos Rojos' solo genera burlas y desconfianza. La gente espera con el cuchillo entre los dientes que Maguire cometa un error para ir a redes sociales y reírse.

Con Inglaterra, pese a los abucheos que ha sufrido alguna vez en Wembley, su papel es vital. Gareth Southgate le considera indispensable y ha jugado todos los minutos, menos media parte, en el Mundial de 2018, en la Eurocopa de 2020, de fase de grupos para adelante, y en la pasada Nations League fue titular en cinco de seis encuentros.

Sin dudarlo, Southgate le volvió a poner de titular este lunes contra Irán, y no defraudó. Maguire no permitió ni un disparo a puerta durante toda la primera mitad y ejerció de conductor de los dos primeros goles de los ingleses.

En el primero, rompió dos líneas con un pase vertical para Mason Mount, que recibió de espaldas y continuó la jugada que terminó con el cabezazo a gol de Jude Bellignham. En el segundo, se elevó por encima de dos defensas para matar la pelota y que Bukayo Saka la colocara en la escuadra. Antes, un cabezazo suyo se había estrellado en el larguero. Su partido, hasta ese momento, era de diez.

Solo lo empañó la jugada del 4-1 de Irán, en la que Mehdi Taremi le ganó la espalda y definió empotrando la pelota en Jordan Pickford. Ahí terminó el encuentro de Maguire, que se tiró al suelo y fue atendido por las asistencias. Tenía una conmoción cerebral por un golpe y Southgate decidió no forzar. "No tenía sentido", aseguró el entrenador inglés, que, en principio, podrá contar con él para el segundo partido del grupo contra Estados Unidos. EFE

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