A Deschamps le salió cruz

Luis Miguel Pascual

Luis Miguel Pascual

Lusail (Catar), 18 dic (EFE).- Didier Deschamps sonríe cuando gana y tuerce el gesto cuando pierde. Todo normal. Solo que el seleccionador francés está acostumbrado más a reír y que a fuerza de hacerlo con el equipo de su país le había puesto rostro a la victoria en Francia.

Pero en la final del Mundial de Qatar, contra Argentina, el exitoso técnico de 54 años puso una mancha oscura en su currículum de logros. En Francia se habla de la suerte de Deschamps, pero en esta final le salió cruz.

El seleccionador francés apareció visiblemente cabreado durante el partido, reconoció que durante muchos minutos Argentina fue superior pero alabó la capacidad de su equipo de levantarse de los golpes y confesó que tardará en olvidar el mano a mano de Randal Kolo Muani en el último suspiro de la prórroga con el argentino Emiliano "Dibu" Martínez.

"Bola de Mundial", lo calificó, torciendo el gesto porque ese balón que llevaba la gloria a Francia fuera detenido por el portero y abocara el desenlace a una tanda de penaltis donde, esta vez, la fuerte le fue esquiva.

Deschamps ha estado en seis finales y ha ganado cuatro. Dos como jugador, el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000, dos como seleccionador, el Mundial de 2018 y la Liga de Naciones de 2021. Su rostro está asociado a todos los éxitos de la Francia reciente, superando a glorias como Michel Platini o Zinedine Zidane, que aguarda para ocupar su lugar en el banquillo.

Pero, ante todo, el seleccionador francés ha logrado dotar a una buena generación de jugadores de un caparazón competitivo que, hasta cuando no gana, rechaza la derrota lo máximo posible.

El mejor ejemplo se vivió en la final de Qatar, cuando su equipo estaba rodilla en tierra, desarbolado por una gran Argentina, y logró sacar rabia y talento para, primero, forzar la prórroga y, de nuevo golpeada, la tanda de penaltis.

"Me quedo con nuestra capacidad de seguir luchando", dijo el seleccionador, que reconoció que esa perseverancia hizo todavía más dolorosa la derrota, que habría escocido menos si hubiera sido neta, como parecía cuando ya habían transcurrido 80 minutos y su equipo no había dado señales de remontada.

Deschamps, el hombre que tiene el mejor porcentaje de triunfos en Mundiales de entre todos los seleccionadores que, al menos, han dirigido diez partidos en esa competición, no ocultó que la derrota en una final tan ajustada le genera un dolor particular.

El técnico francés suma catorce triunfos en la máxima competición de naciones, los mismos que tiene el brasileño Luiz Felipe Scolari, a dos del alemán Helmut Scholz, el que más veces ha ganado.

El técnico francés logró esos triunfos en 19 partidos disputados en los Mundiales de Brasil 2014 cuando alcanzó los cuartos, Rusia 2018, donde logró el título, y Qatar 2022, en el que llegó a la final.

Además, ha alcanzado la final en tres de las cuatro grandes competiciones que ha dirigido, porque también la alcanzó en la Eurocopa de 2016 disputada en su país y donde cayó contra la Portugal de Cristiano Ronaldo.

El entrenador vascofrancéés es uno de las tres personas que ha levantado la Copa del Mundo como jugador y como entrenador, algo que también consiguieron el brasileño Mario Zagallo (1958 y 1972) y el alemán Frank Beckembauer (1974 y 1990).

Capitán de la Francia que se proclamó campeona en 1998, seleccionador de la que logró la segunda estrella hace cuatro años, se quedó a las puertas de sumar su tercer Mundial e igualar a Zagallo, que logró dos como jugador (1958 y 1962) y uno como seleccionador (1970), a lo que el brasileño suma la de 1994, cuando era el adjunto de Carlos Alberto Parreira.

Su futuro no está claro. Francia entera quiere que siga, pero él mantiene la incógnita. Tiene cita con el presidente de la Federación a principios del año próximo, justo después de que acabe su contrato, que expira el 31 de diciembre.

El nombre de Zidane aparece en el horizonte. El ex entrenador del Real Madrid ha mostrado en muchas ocasiones su deseo de sentarse en el banquillo de los "bleus". La derrota abre la puerta a esa posibilidad, pues sería el favorito si Deschamps no sigue. EFE

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