Redacción deportes, 19 dic (EFE).- Asusta ver lo que puede ser capaz de conseguir Kylian Mbappé cuando termine su carrera si esta sigue por la autopista en la que está circulando durante sus primeros años como profesional.
Solo tres días antes de cumplir 24 años el atacante disputó su segunda final del Mundial y, lejos de asustarse, se convirtió en el segundo futbolista tras Geoff Hurst en conseguir un hat-trick en un escenario de dimensiones tan brutales. No contento con eso marcó su penalti en la tanda que decidió el título para Argentina.
Mbappé vuelve a París habiéndose echado a las espaldas a una selección como la francesa y con ocho dianas que le convirtieron en el máximo goleador. Tantos hizo también Giroud, desde esta cita líder en el olimpo de anotadores con la camiseta de 'Les Bleus'. Y quien no pudo transformarlos fue el actual Balón de Oro, Karim Benzema, ausente por lesión y que ha cerrado su etapa como internacional.
Han sido pues unas semanas de muchísima intensidad en el combinado que dirige Didier Deschamps, quien ganó sus dos primeros partidos de la fase de grupos ante Australia (4-1) y Dinamarca (2-1) y cedió una derrota ante Túnez (1-0). Ya en octavos, superó con solvencia a Polonia (3-1) antes de medirse a Inglaterra.
En uno de los duelos más intensos de Qatar 2022, Francia superó a los ingleses por 1-2 y se citó en semifinales con Marruecos, la gran revelación. No hubo espacio para la sorpresa (2-0) y se plantó en su segunda final consecutiva. Esta vez la Argentina de Leo Messi, compañero en el PSG de Mbappé, les bajó del trono que esperan recuperar en el 2026. EFE
cmg/jl