Luis Miguel Pascual
Doha, 2 dic (EFE).- Costa Rica se despidió del Mundial de Qatar por segunda edición consecutiva sin poder superar la fase de grupos, pero con la cabeza alta y la promesa de que la selección tiene cimientos para un futuro prometedor.
En un grupo muy complicado, con dos campeonas del mundo como Alemania y España, el combinado dirigido por Luis Fernando Suárez mantuvo la fe en clasificarse para octavos de final casi hasta el último suspiro y demostró capacidad para competir con grandes naciones.
Durante tres minutos los "ticos" incluso estuvieron en octavos, tras hacer hincar la rodilla a la tetracampeona germana, lo que hizo vibrar al país. "Costa Rica puede sentir orgullo de sus jugadores", comentó el seleccionador.
La selección que acudió a Catar estaba compuesta de una columna vertebral de veteranos, liderados por el guardameta Keylor Navas, con nombres como Gustavo Borges, Joel Campbell o Bryan Ruiz, acompañados de una generación que pide paso, Brandon Aguilera, Roan Wilson o Jewison Bennette, todos ellos nacidos en este siglo.
Para Ruiz fue la última actuación con la selección tras 17 años de servicios prestados con los cuartos de final del Mundial de Brasil como gran actuación, con su cabezazo mítico contra Italia.
Navas no dijo que el duelo contra Alemania fuera el último suyo en un Mundial, pero a dos semanas de cumplir los 36 años el portero del PSG parece tener más pasado que futuro.
Su estampa, sin embargo, puede seguir iluminando a la selección, porque pese a haber perdido la titularidad en su club, sigue manteniendo un elevado estado de forma.
SIETE PARADAS DE KEYLOR
Hasta siete paradas protagonizó contra Alemania, que fueron insuficientes para evitar la derrota y condenar a Costa Rica a hacer las maletas, poniendo así fin a un ciclo que deberá abrir la puerta a otros.
"Tenemos que cambiar la forma de trabajar", afirmó el "profe" Suárez, que parece dispuesto a seguir la aventura "tica" y encabezar el nuevo tiempo que se abre a esa selección.
Su participación en Catar estuvo marcada por la goleada inicial contra España, 7-0 que dejó muy comprometidas sus opciones de clasificación.
Pero Costa Rica no se vino abajo y reaccionó bien frente a Japón con un gol de Keysher Fuller que les dejaba opciones de clasificación, a condición de derrotar a Alemania.
Una labor que pareció imposible durante el primer tiempo, pero que fue real durante un tramo del segundo, cuando Yeltsin Tejeda igualó y, sobre todo, cuando Manuel Neuer encajó el segundo para Costa Rica, que en ese instante estaba en octavos.
La lástima para los "ticos" es que solo duró tres minutos la alegría, porque Kei Havertz igualó y, diez minutos más tarde, dio la vuelta al marcador, acabando con las opciones costarricenses.
Suárez animó a sacar conclusiones positivas del Mundial y a mirar al futuro con optimismo, a condición de "hacer mejor las cosas" y "no dormirse", porque incluso en su región otras naciones están haciendo muchos progresos.
Esa es la labor que ahora tiene por delante Costa Rica, la última nación que se ganó el billete para Catar tras una magistral recta final de la eliminatoria Concacaf, en la que ganaron seis de los últimos siete partidos.
Eso les dio derecho a jugar la repesca contra Nueva Zelanda, donde un tanto de Campbell les colocó en su tercer Mundial consecutivo por primera vez en su historia. EFE
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