José Antonio Pascual
Doha, 3 dic (EFE).- Japón y Corea del Sur sorprendieron en sus respectivos grupos de Qatar 2022 para situarse ambos en octavos de final de una Copa del Mundo por tercera vez en la historia.
Este torneo, pródigo en sorpresas, pasará a la historia de la Confederación Asiática (AFC). Nunca habían pasado tres selecciones de la fase de grupos. A los 'samurais azules' y a los 'guerreros Taeguk' se les unió Australia.
Para las selecciones de Japón y Corea del Sur llegar a los octavos de final no es nuevo, pero juntas lo han hecho por tercera vez, después de lograrlo en 2002 como anfitriones y en Sudáfrica 2010.
En el Mundial de 2002, de hecho, Corea se convirtió en la gran revelación de la competición. Lideró su grupo por delante de Estados Unidos, Portugal y Polonia; superó en octavos a Italia; en cuartos a España con una tremenda polémica por los arbitrajes; y tan solo pudo frenarla Alemania en semifinales con un solitario gol de Michael Ballack. Acabó cuarta tras perder en la lucha por el bronce ante Turquía.
Japón, en cambio, tras comandar su grupo ante Bélgica, Rusia y Túnez, encalló ante Turquía. Umit Davala firmó el 1-0 en el estadio de Miyagi y la despedida del cuadro nipón.
Volvieron a repetir juntos los octavos en Sudáfrica 2010, pero esta vez ninguno de los dos conjuntos pudo progresar hasta los cuartos.
A Corea del Sur, segunda de su grupo tras Argentina, la eliminó Uruguay (2-1) con un doblete de Luis Suárez; y Japón, también segunda tras Países Bajos, cayó en la tanda de penaltis ante Paraguay tras acabar el partido con empate a cero.
En esta ocasión, Japón ha dado dos campanadas en Catar. Primero sorprendió a Alemania y, tras perder ante Costa Rica, en la última jornada, volvió a romper los pronósticos ante España. En ambos casos remontó un marcador adverso, con orden, disciplina, paciencia y eficacia.
El cuadro de Hajime Moriyasu incluso logró clasificarse como primera de grupo y ahora se jugará el futuro ante Croacia, bronce en Rusia 2018, que progresó con notables apuros.
Mientras tanto, la Corea del Sur del portugués Paulo Bento revirtió los pronósticos en un grupo en el que partían como grandes favoritas Portugal y Uruguay y en el que los primeros resultados un 0-0 ante el cuadro charrúa y una derrota frente a Ghana (2-3) no respondieron a sus actuaciones.
No dependía de sí mismo en la última jornada. Con Paulo Bento en la grada por sanción, y con el marcador en contra desde el principio, Corea del Sur aplicó la receta de Japón. Se mantuvo lo más ordenado posible para evitar que Portugal ampliara su ventaja y esperó sus momentos para lograr la remontada, rubricada en la prolongación gracias a una cabalgada espectacular de su capitán y referente, Son Heung-min, y a su precisa asistencia a Hwang Hee-Chan.
Brasil se cruza ahora en el camino de los surcoreanos. Máxima exigencia. En cambio, no renuncia a nada Corea del Sur. Desde anoche, de manera unánime, proclamaron que "nada es imposible". EFE
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