Doha, 5 dic (EFE).- Con la llegada del todo o nada en el Mundial de Qatar, en unos octavos de final que España mide fuerzas ante Marruecos, Luis Enrique Martínez, seleccionador español, se mostró en estado puro, disconforme con las preguntas de la prensa española, rebelándose contra el negativismo de los análisis tras la derrota ante Japón y defendiendo el estilo de España que abanderará hasta su último día.
"Estamos muy bien, el rendimiento es notable alto o sobresaliente bajo. A excepción de diez minutos que Japón nos superó, que entiendo que es algo lógico y volverá a pasar, no tenemos la piedra filosofal y solo jugamos nosotros. Los rivales también juegan y estamos convencidos de que tenemos una gran oportunidad para lograr un gran resultado y pasar de fase. Es el objetivo", reivindicó, mostrando optimismo en su comparecencia en el centro internacional de prensa.
Luis Enrique reivindicó una idea futbolística por encima del resultado, consciente de que España es un país de extremos que pasa de la euforia a la negatividad con rapidez.
"Es una tendencia habitual, mirarlo todo muy negativo o muy positivo. Lo que menos me preocupa es el resultado. Parece una utopía pero me preocupa cero. Me preocupo en controlar las cosas que puedo como entrenador y le pido al jugador que se despreocupe porque si hace mas méritos que el rival normalmente se suele ganar. Si no da, felicitaremos a Marruecos y nos vamos para casa, no hay problema. El objetivo desde el principio es jugar siete partidos y es lo que queremos jugar", dijo. EFE
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