Javier Castro Bugarín
Buenos Aires, 30 nov (EFE).- Alivio, tranquilidad y confianza fueron los términos más empleados por los argentinos tras el triunfo de este miércoles por 0-2 ante Polonia, una victoria que no solo certificó el pase a los octavos de final del Mundial, sino que terminó por devolver la ilusión tras el infructuoso debut contra Arabia Saudí.
Ataviados con sus mejores galas albicelestes, cientos de personas vibraron con los goles de Alexis Mac Allister y Julián Álvarez frente a la gigantesca pantalla instalada en Buenos Aires, concretamente en el barrio de Palermo, donde volvió a mascarse el sufrimiento y la tensión tan característicos de esta hinchada.
"Creo que podemos llegar a la final. El equipo está bien parado: Otamendi es un león, De Paul mejoró bastante, Mac Allister fue desequilibrante, y bueno, Messi es el distinto (...) ¿Cómo no voy a estar confiado?", manifestó a EFE Alejandro, uno de los numerosos argentinos que pintó su rostro de azul y blanco para presenciar este encuentro.
VOLVIÓ LA MEJOR ARGENTINA
Golpeados por las primeras gotas de una tormenta anunciada que nunca llegó, los aficionados se pusieron en pie para entonar las estrofas del himno nacional argentino, "jurando morir" por una selección que volvió a brillar como en la última Copa América al compás de Leo Messi, Ángel Di María y Enzo Fernández.
Un júbilo que, eso sí, se disipó nada más arrancar el choque. El nerviosismo nubló desde el primer momento los rostros de los hinchas, incapaces de desviar la mirada de la televisión para hablar con sus acompañantes o consultar el estado del otro partido del grupo C, el Arabia Saudí-México, cuyo resultado podía dejar fuera a la Albiceleste.
Durante el primer tiempo, las ocasiones de gol a favor de la 'Scaloneta' no pararon de sucederse, frustradas todas ellas por un pletórico Wojciech Szczesny, que provocó más de una reacción airada entre los hinchas, especialmente tras detener un penalti a Messi en el minuto 39 de juego.
Ese contratiempo no amedrentó a la selección; tampoco a los aficionados albicelestes, que no dejaron de corear el nombre del '10' durante todo el partido, conscientes de que es su principal activo para llegar a la final mundialista.
Una final que vieron más cerca que nunca tras el gol de Alexis Mac Allister nada más comenzar la segunda mitad: gritos, besos y abrazos iluminaron el corazón de la plaza Seeber, en donde resurgieron los cánticos esperanzadores ante la posibilidad de colarse en octavos como líderes de grupo.
La posterior entrada de Paredes por Di María reforzó el dominio posicional de la Albiceleste, transmitiendo seguridad a una hinchada que celebró con todavía más ahínco el tanto de Julián Álvarez.
Desde ese momento y hasta el pitido final, la serenidad y la alegría dominaron los ánimos de los argentinos, que desplegaron una inmensa bandera para festejar su clasificación para la siguiente ronda del torneo.
ALIVIO ENTRE LOS AFICIONADOS
Los nervios acompañaron durante varios minutos más a los asistentes a la plaza, como Florencia, quien destacó la "confianza, pasión y agresividad" demostrada este miércoles por el combinado de Lionel Scaloni.
"Creo que en el primer partido vinimos muy confiados, vino el equipo muy tranquilo y se llevó la sorpresa, pero bueno, en el segundo partido ante México recuperamos la confianza", aseveró en declaraciones a EFE.
Para Nicolás, que presenció el partido maquillado al más puro estilo "Braveheart", la derrota ante Arabia Saudí fue "un tropezón" que en ningún caso frustró sus "expectativas" en torno a este equipo.
"Estoy contento y muy 'chocho' (encantado) de la vida. Espero que Francia no se convierta en nuestra Alemania (por la final del Mundial 2014) y no nos los crucemos", reconoció Nicolás, aliviado, como tantos otros, por evitar a la selección europea en octavos de final.
La victoria no fue lo único que ensalzaron los hinchas argentinos, maravillados por un fútbol ofensivo que, hoy sí, volvió a recordar a la 'Scaloneta' que levantó la Copa América en el Maracaná el año pasado.
"El primer tiempo fue medio tranquilo, pero ya en el segundo Argentina fue otro equipo, el que queremos todos... Nosotros tenemos fe en la selección", señaló Vicente, agregando que, pese a todos los problemas que atraviesa el país suramericano, ganar el Mundial "es lo que importa" ahora mismo. EFE
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