Redacción deportes, 19 dic (EFE).- El combinado senegalés de fútbol finalizó en octavos de final ante Inglaterra su paso por el Mundial de Qatar, algo destacable si se tiene en cuenta la ausencia a última hora de Sadio Mané, sin duda su principal referente.
El jugador del Liverpool, lesionado, no pudo liderar en el campo a los suyos y eso lo notó el equipo que llegó al gran evento internacional con la vitola de campeón de África. De esta manera la responsabilidad recayó en jugadores como Kalidou Koulibaly, central del Chelsea.
El zaguero respondió a ese rol y con un tanto decisivo frente a Ecuador en el duelo final de la fase de grupos, dio la victoria a los suyos, único resultado que les valía para lograr la clasificación entre los dieciséis mejores equipos del torneo.
Previamente el cuadro dirigido por Aliou Cissé, capitán de la inolvidable Senegal que fue capaz de vencer a Francia en el duelo inaugural del Mundial de 2002, había caído derrotado por 0-2 en los instantes finales de su estreno contra Países Bajos y había superado por 1-3 a una Catar que ejercía como anfitriona.
Clasificada como segunda de grupo, acabó siendo víctima del potencial ofensivo de Inglaterra. Los senegaleses aguantaron gran parte de la primera pero dos goles de Henderson y Kane al filo del descanso fueron una losa demasiado pesada.
Saka pondría la guinda a una goleada por 3-0 que impidió a los "Leones de Teranga" llegar a cuartos como en aquella Copa del Mundo de hace 20 años que les hizo visibles en el panorama futbolístico internacional. EFE
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