Iñaki Dufour
Doha, 25 nov (EFE).- De vuelta a los entrenamientos a primera hora de la mañana en Al Erssal, con los rascacielos al fondo de Doha y un calor más intenso que en los últimos días, Uruguay se repone de su estreno en Qatar 2022 con un empate sin goles contra Corea del Sur, que la desfiguró en el primer tiempo, sin la presión que mejor le sienta como conjunto, entre el peso que supuso su debut en el torneo y la exigencia que se deriva de la situación del grupo.
La victoria de Portugal, por 3-2 contra Ghana para liderar con tres puntos, estrecha a la mínima expresión su margen de error para ser primera del cuarteto, con el duelo ya a la vista el próximo lunes, ante Cristiano Ronaldo, Joao Félix, Bernardo Silva y compañía.
Para la simple clasificación para octavos de final, las posibilidades están intactas, porque con cuatro puntos le basta sin depender de nadie más que de sí mismo. Incluso podría valer con dos empates, pero eso ya pertenece a una combinación de carambolas que nadie se plantea.
"Seguramente, la clasificación se decidirá en la última jornada, más con el resultado que hicimos, pero no nos condiciona. La clasificación va a pasar por lo que podamos hacer nosotros", asumió Diego Alonso, el seleccionador uruguayo, que, pase lo que pase con la selección lusa o en el otro choque Ghana-Corea del Sur de la segunda cita del grupo H, se lo jugará todo en el partido final con el equipo africano.
Una derrota contra Portugal lo mantiene vivo en todos los casos, aunque al filo de la eliminación, igual que una victoria no lo clasifica matemáticamente, pero lo acerca a ello a falta del tercer duelo de esta fase.
En esa incertidumbre se mueve Uruguay después de su decepcionante debut, disimulado a última hora por la ofensiva final, por el trallazo al poste de Fede Valverde, que se sumó al cabezazo contra el palo que había protagonizado Diego Godín en el primer acto, y por la sensación de que terminó el partido en campo contrario, con una ambición y una presión que despertó entonces, después de 70 minutos irreconocible.
"En la primera parte no fuimos capaces, sobre todo los primeros 20 minutos, de descifrar dónde presionar, en qué espacios, y nos llevó a perder precisión. Con los ajustes en el descanso, el segundo tiempo cambió. El equipo fue más agresivo para defender y atacar. Soy más de defender hacia adelante. En la segunda parte lo pudimos hacer", expuso Diego Alonso, cuyo conjunto no presionó ni como debe ni como suele, con el efecto negativo que eso conlleva para su equipo, superado en esa destreza clave.
DIEZ RECUPERACIONES MENOS EN CAMPO CONTRARIO
Uruguay perdió esa naturaleza, no sólo durante todo el primer tiempo, sino hasta el minuto 70, hasta que se decidió, también entre el cansancio rival, a presionar más alto de lo que lo había hecho, a robar en campo contrario como no lo hizo apenas antes.
El partido lo terminó por encima de su media de recuperaciones en la era Diego Alonso (89 a 82,7), pero sustancialmente por debajo en cuanto se concentra esa estadística en campo contrario, fruto de la presión que se ejerce, cuando bajó de las 32 de media a las 22 del jueves. Si se reduce al último tercio se quedó casi en la mitad: 2 ante Corea y 3,8 desde el pasado enero.
Uruguay propuso ocho tiros en su debut en el Mundial, por debajo de su media de 12,3 desde el cambio de entrenador, también por la nulidad creativa en la que se sumió el equipo durante todo el primer tiempo y buena parte del segundo. Ni Rodrigo Bentancur ni Matías Vecino ni Fede Valverde, en el caso del madridista más atrás de lo esperado y de la cercanía del área que multiplica sus prestaciones, por su fenomenal tiro de media distancia (sólo probó dos en todo el choque de este jueves, uno fuera y otro al poste, ambos en el segundo tiempo), lograran ni la fluidez ni la conexión con el frente de ataque.
49 PÉRDIDAS EN CAMPO PROPIO
Su equipo perdió 105 balones, a la altura de lo habitual (101,5) en el último año, pero, a diferencia del global de Diego Alonso, casi la mitad fueron en campo propio (49) con el efecto que tiene para la imposibilidad de avanzar líneas y jugar en terreno rival.
Son 19 más de lo natural, según las estadísticas avanzadas de 'Be Soccer', con 30 en los nueve duelos anteriores de la celeste dirigidos por su actual técnico, con siete victorias, un empate (dos con el de Corea del Sur), una sola derrota y sólo dos goles en contra.
El duelo ante Corea fue el octavo de diez que resulta imbatido. También fue el tercero de diez que no marca ningún gol, dos de ellos en los últimos tres, junto a la derrota 0-1 con Irán. Sólo contra Canadá perdió más balones en su terreno que ante Corea: 51. Pero ganó 0-2.
UNA VICTORIA EN SUS ÚLTIMOS OCHO ESTRENOS MUNDIALES
Uruguay, igualmente, notó la complejidad de cada debut. Lo ha comprobado en sus últimas siete participaciones en la competición y lo revivió en Qatar 2022. En todo ese recorrido sólo ganó uno de sus estrenos, en Rusia 2018, por 1-0 a Costa Rica a última hora, con un testarazo de José María Giménez.
Ha cambiado la mitad del once que concluyó aquel torneo eliminado en cuartos de final del que empezó en Qatar 2022, pero mantiene el núcleo principal. De Muslera; Laxalt, Giménez, Godín, Cáceres; Torreira, Bentancur, Nández, Vecino; Luis Suárez y Stuani a Rochet; Cáceres, Godín, Giménez, Olivera; Valverde, Bentancur, Vecino; Pellistri, Luis Suárez y Darwin Núñéz.
Coinciden seis de once, más de la mitad; la columna vertebral de entonces y parte de la de ahora, entre ellos tres defensas. Otros dos de aquella nómina estaban este jueves en el banquillo (Muslera y Torreira). Y cinco debutaron en el Mundial ante Corea del Sur: Rochet, Olivera, Valverde, Facundo Pellistri y Darwin Núñez.
"Nunca es fácil el primer partido de un Mundial. Intentamos hasta el final, pero no se pudo", escribió Luis Suárez en sus redes sociales. "Siempre es difícil el debut en el Mundial. A seguir trabajando con confianza y optimismo, que esto recién empieza", expresó Diego Godín, el capitán de la selección uruguaya, que navega entre la presión rumbo a Portugal y Ghana, sus próximos rivales para alcanzar los octavos de final del torneo. Necesita el menos cuatro puntos. No puede perder. EFE
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